Tras meses de médicos, medicamentos, consejos, recomendaciones, frustraciones, dudas, desconciertos… y mucho dolor… he decidido volver a mi vida y medir mi nueva realidad.
Vistos tres neurólogos, dos neurocirujanos, tres fisioterapeutas, la conclusión es que cuando comenzó mi pesadilla hace 5 años, se tomaron malas decisiones. Nadie sabe o quiere decirme qué decisiones o qué fue malo, o qué debería haber sido o cómo, pero sea como sea, mi nueva realidad ahora y para siempre es de dolor crónico, ya que no se puede restaurar mi estropicio en mi tramo de vértebras cervical y la zona afectada.
Bueno, si esta es mi nueva realidad, la acepto. No tiene sentido continuar con la baja pues, así que he decidido pedir el alta voluntaria después de fiestas, y así lo he comunicado a mi empresa.
Intentaré medir lo que me hace bien y mal, hasta dónde puedo llegar etc. y trataré de ir adaptando mi vida a una más sana, en general.
La fisioterapia es algo que creo que me acompañará toda la vida, me hace bien, y prefiero un fisio a 150 gramos de morfina o pregabalina… tomarme las cosas menos a pecho, medir y controlar mis emociones, mi estrés, mis descansos etc también debe formar parte de mi nueva realidad.
Además, mi cabecita necesita volver al ruedo. No quiero procastinar, no me hace bien. Aunque me parezca que estar en casa tranquila, con el dolor calmado por falta de movimiento, con el ánimo en paz en mi soledad, no es real ni cierto. No tengo el ánimo tranquilo ni me sienta bien estar aparcada en un rincón, prefiero el dolor físico del movimiento que el del ánimo y los pensamientos, que es mucho más peligroso. La pereza es un mal pecado capital, no te permite cometer los otros 6, y todos sabemos que son la salsa de la vida… jajajaja
Si Dios quiere, vuelvo a mi vida el 16 de enero. Y espero volver bien, que me quieran bien, y, aunque me siento muy rara y no sé explicarlo, espero que mi esencia siga bien y no se haya roto por el camino de esta historia fea…
Yo sé muy bien que la actitud es lo más importante, pero esta vez, la he tenido muy cansada… Han sido 5 años muy duros.
Pero ya está, vuelvo, y tengo ganas, y espero que volver desencadene de nuevo la búsqueda de mi mejor versión, con todo lo aprendido.
Felices fiestas a todos, y gracias por acompañarme.
Tengo que hacer un cambio de vida, y tengo que hacerlo ya.
No sé por dónde empezar, pero se supone que soy Project Manager, así que me trataré a mi misma como a un proyecto y empezaré por capas a trazar un plan, o como decía Mark Gungor en The Nothing Box, por cajas, como los hombres.
Caja de la salud:
Esta es la principal, claro, y la que motiva y provoca este artículo y esta reflexión, y la razón de mi cambio de vida.
1/ He activado protocolos de neurocirugía de seguridad social, además de continuar con la segunda opinión y el plan de pago sobre la mesa. Quiero poder conocer opciones, y decidir cómo proceder, pues mi pronósticode vida no es bueno.
2/ Esta semana voy a investigar opciones de fisioterapia alternas
3/ Debo (esta es la parte más difícil para mí) hacer un cambio de hábitos saludables. Comenzar a caminar, ejercicio, vivir sano, y cuidar cuerpo y mente. El ejercicio se me hace un mundo.
4/ Ya estoy dejando la Pregabalina y cualquier medicamento agresivo. Se me ha despertado el dolor.
Caja de trabajo:
1/ Quiero conservar mi trabajo. Es mi vida. Estoy preocupada porque quiero seguir perteneciendo a esa vida y confío en poder volver y poder seguir asumiéndola.
2/ Presento mis informes y estoy en constante contacto.
3/ A medida que el agotamiento, dolor y cese de medicinas me lo permitan, quiero retomar horas al día para continuar preparando mi regreso a la empresa
4/ Quiero ser capaz de ayudar a mi padre con la fundación que hemos montado, y aportar más. Retomar funciones y empujar con él.
Caja del amor:
1/ Estos meses he pensado mucho, mucho, en todo. Mi estado natural óptimo es compartir mi vida en pareja, y es un objetivo. Me gusta estar sola, sé estar sola, pero me encantaría encontrar un modo de vida compartido pleno y feliz que mejore este estado.
2/ Quiero despertar mi ocio a medida que esté bien y conocer a personas interesantes, afines a mí y a mi vida, y tener la posibilidad de encontrar una gran historia de amor. Por supuesto soy consciente de que la estadística no está a mi favor, por edad, tipo de vida, momento social, actitudes y coherencias, principios y valores propios y ajenos, e incluso momento físico… pero quiero encontrar una gran historia de amor, bonita, limpia, sana y natural. Aún tengo tiempo a emprender un proyecto de vida con alguien, y lo voy a luchar.
Caja de entorno:
1/ Quiero cuidar mejor q mi entorno, amigos, familia, conocidos, vecinos… quiero retomarme a mi misma en ese sentido, pero con filtros. Quiero ser yo, quiero seguir dando amor y cuidando, pero controlado, sin descargarme, primero debo aprender a cuidarme a mi antes que a los demás, para poder dar de forma sana.
Caja creativa:
1/ Soy tremendamente creativa, y quiero retomar esos momentos de ocio creativo y hacer cosas bonitas. Crear me sienta bien, en casa, en mi vida, en mi ocio, en mi entorno. Pintar, escribir, hacer más bonito mi hogar, mis hobbies, producir cosas preciosas que calman mi hambre de belleza.
Caja de economía:
1/ He de potenciar maneras de ganar dinero, y de ahorro. Quiero tener una vida holgada porque si, el dinero da la felicidad al utilizarlo con coherencia para ello, da paz, da tranquilidad, da estabilidad, y provoca que se puedan asumir de la mejor manera todos los puntos anteriores y la autorrealización. Mi futuro es solitario, no tengo hermanos ni mucha familia, por lo que el dinero asumirá y me ayudará a tener un futuro con mayor calidad de vida y cubrir confort y necesidades que la faciliten, y que hagan que mi pronóstico de salud sea lo mejor posible.
Caja física:
1/ No estoy en mi mejor momento físico, por mi estado de salud y lo que conlleva (medicaciones, inactividad, etc.) y por edad y pre-menopausia.
2/ He de comenzar tratamientos de belleza y estética diversos, acompañando los de salud. Cuerpo, cabello, uñas, kilos, hormonas, etc deben empezar a recibir ayuda externa para poner todo a raya y en equilibrio y cuidar mi mejor versión acorde con mi momento y edad. Para mí es muy importante, para mi autoestima, puesto que eso ahora mismo baja mi moral y amor propio. Las medicinas agresivas de estos cinco años de operaciones me han destrozado el cuerpo, y he de mimarlo.
Tengo mucho trabajo por delante, pero pasito a pasito, trazo mi plan. No quiero estresarme y no puedo hacer todo de golpe, pero me doy 5 años para definirlo todo, desde todos los ámbitos, desde todas las perspectivas. Creo honestamente que tengo una buena base, unos buenos cimientos como persona, claridad en objetivos, así que esa debe ser mi vitamina y motivación, poco a poco.
Y no deja de doler, y no se refleja mi tez. El espejo me pisa y bajo mis ojos se desliza lo lejos que queda mi risa. Ha pasado el tiempo, despacio y deprisa, y el viento se ha llevado mi sonrisa y con ritmo lento, mi espacio. Y no dejan de doler en el calendario aún con los meses de ayer, el calvario, con los jueces del dolor que no crece y no perece, temerario. Y los días pasan lentos, y dibujan tormentos en el reloj, en los deseos, y los pensamientos van a un ritmo, y los lamentos y el cuerpo a otro distinto. La frustración quema el corazón, la condena abrasa la razón, la melena pierde su fulgor porque las medicinas, dañinas, cansinas, llenan la agonía de querer la recuperación y lucharla con tesón, pero no conseguirla, no con la prisa de la falsa intuición. Y es por ello que pierdo la razón, el carisma, y las sombras bajo mis ojos atisban el temor. Dudas de futuro, es duro, tiembla mi mundo y me ahogo en mi rumbo, pero de pronto, una chispa, una pista, que enciende una sonrisa pícara porque veo que la brisa me trae un destello de vida, ícara, y de mi filosofía, intrínseca en mi esencia, perfecta en mi sabiduría seca, resiliencia, que ya refleja lo que sé de mí: sé sobrevivir, sé sentir, sé resurgir… y aprendo paciencia, toda una ciencia, todo un reto escueto que me enseña evolución y redención, y que es la confirmación de mi superación, de mi mejora y de mi aurora. Aquí estoy, y es suficiente, latente y consciente, y voy, voy con todo de nuevo, voy a alcanzar mis sueños.
Ya son unos dos meses que emprendí la aventura de operarme de nuevo, como un dejavú.
Una de las cosas difíciles, a parte del dolor, es luchar por no entrar en bucle en la cabeza. Todos te hablan de la actitud, del ánimo, y el papel tan importante que ejerce, y estoy de acuerdo, claro, pero el bucle es un mal aliado y es inevitable, y requiere un esfuerzo combatirlo que se hace minuto a minuto, hora a hora, día a día, en cosas muy pequeñitas, y otras más grandes.
Cuando te guías por la recogida de basuras de los vecinos para ubicarte en día de la semana, y no eres del todo consciente de si estás reposando la espalda en una siesta o es de noche, te das cuenta de lo importante que es crear pequeños rutinas y estrategias para que no te coma el bucle y no pierdas la cabeza.
Por eso, yo me propongo una pequeña gran agenda que me permite pelear, con acciones y citas que puedo asumir física, pero también mentalmente. No dormir bien y descansar durante meses porque dormir duele hace que una esté tan cansada y espesa, que intelectualmente no esté plena, por eso he de generar pequeñas rutinas en las que pueda poner piloto automático pero que me permitan realizar cositas que den resultados, y por ende, me hagan sentir bien y útil, resolutiva.
Por ello, cada día limpio una pequeña zona de la casa: una estantería o algún rincón que no sea muy pesado ni de gran esfuerzo o postura: hoy tocan los cubiertos; cada día pinto algún pedacito de mi cuadro numerado, porque es un momento creativo controlado en el que no tengo que pensar y que viene guiado con los números, hasta que la postura me lo permite; cada día duermo ratos, puesto que las noches son intermitentes; cada día leo un pedazo de libro, para tratar la concentración (aunque no duro mucho porque mi razón no se centra); cada día hago mi ritual de belleza con rosa mosqueta para combatir la cicatriz del cuello, y de paso extiendo a cara, manos, pelo…en mi piel seca por las medicinas; cada día riego mi jardín, en pequeños viajes de regadera para no llevar peso, pero que siga verde; cada día intento echar un ojo a las redes sociales para estar conectada con la comunidad y las personas de mi entorno, incluso publico algo de vez en cuando para sentirme parte de ella; cada día peleo contra el bucle y a favor del ánimo…
No se puede evitar que la mente se vaya muchos ratos de paseo a quién sabe dónde, hasta que algún mensaje mimoso de alguien te trae de vuelta. Gracias a Dios que te traen de vuelta, porque si no, una se perdería en su soledad, sus recuerdos, sus añoranzas, sus sueños no alcanzados, y se mezclaría con los colores de su cuadro, hasta quién sabe cuándo…
La cabeza en una situación así también hay que cuidarla, como se pueda, como se sepa, no hay un manual de instrucciones, solamente instinto y sentido común, ganas y perseverancia en que el bucle no sea de desidia, procrastinación, o desgana. Hay que guerrear por la motivación y por dar apoyo mental al plano físico de la recuperación, que es igual o más importante.
Pronto volverá mi vida, y los bucles serán otros menos dolorosos. Soy afortunada de estar superando esto de nuevo y de tener consciencia de todo.
Ya hace un mes que me volvieron a operar de la columna, y he decidido celebrarlo.
Quizá os parecerá una celebración más bien boba, y lo es, pero tras esta pequeña gran acción hay mucho más para mi. He escogido hacerme un regalo que significa comenzar con creatividad controlada, un pasito más al ánimo, la belleza, la superación, y una manera de crear algo en piloto automático porque mi piloto aún no está pleno, y es una manera de darme una pequeña golosina que me ayude a volver a despegar. Además, siempre me han gustado las puertas bonitas y rústicas, simbolizan la apertura al hogar que quiero, lleno de belleza y flores, elementos naturales y bienvenidas entre privacidad, donde se abren o no, según quién esté al otro lado. Se trata de toda una reflexión trascendental.
Mi dolor sigue latente, aún me queda un rato, no puedo realizar grandes hazañas (aún) pero puedo colorear momentos. Las noches son duras y por consiguiente, estoy tremendamente cansada, desconcentrada, rara, y por eso pintar con guía me puede ayudar a centrar pensamientos y relajar neuronas, y descansarlas, para reactivarlas progresivamente y sentirme bien.
Sigo luchando por levantar la espalda y el ánimo cada día, poco a poco, paso a paso.
Dos semanas hace, si, pero a mi me parecen siglos… A pesar de que todo está siendo rápido, pues comencé con dolores antes de Semana Santa, el Jueves Santo 28 de marzo fui a urgencias por primera vez, el lunes 15 de abril cursé mi baja laboral ya con dolor insoportable y el lunes 22 de abril me operaron, a mi se me está haciendo pesado y largo… pero en realidad, dependiendo del prisma y la perspectiva, es poco tiempo.
Sigo con bastante dolor, dolores diferentes: las cervicales y el lugar de la operación, el corte en el cuello por donde me intervinieron que está totalmente inflamado, el lado derecho de mi cuerpo donde sobretodo el brazo sigue con los nervios pinzados, el estado de ánimo que también está pinzado, mi ojo derecho y lado derecho de la cara que hace unos días está inflamado por una estúpida casualidad que, gracias a Dios, nada tiene que ver con los nervios, la energía cansada…
Esta vez me está costando más tener la actitud optimista y social, esta vez, me he convertido en un bichobola. No lo puedo evitar, es el ánimo que tengo, a pesar de mis reflexiones. Y os aseguro que reflexiono, y busco la parte bonita de todo esto, pero esta vez se me hace más pesado verla. Eso compite con mi esencia, pues casi ni me reconozco, no estoy segura de que me ocurre dentro, pero puede ser también una secuela de mi proceso y supongo que también tengo derecho a flaquear, aunque no esté acostumbrada.
Tengo muchas personas y cosas bellas a mi alrededor, soy consciente y estoy agradecida, pero no saco ánimos para expresarlo y para sentirme mejor. Me preocupa, pues sé que la actitud es parte importante del proceso, y quiero encontrar ese ánimo, pero ¿cómo?
Creo que en este tipo de situaciones sería importante el apoyo psicológico y el seguimiento también, mucho, pues no solamente cuenta la sanación física, sino la emocional y mental cobran la misma o más importancia. Pero nos dejan a nuestra suerte, para lidiar con todo, solos, y con sensación de abandono por parte del ecosistema de salud que nos atiende, y me parece algo grave y delicado. Ojalá este presente que vivimos valorara más a las personas, y a las emociones, y no nos hubiéramos convertido en fríos, en dinero, en especulaciones y negocio, en asuntos… Ojalá mis doctores, la clínica Rotger donde me han atendido por segunda vez con un cuadro como el mío, con notas en rojo en mi expediente de “alto riesgo de tetraplejia”, fueran razón suficiente para intuir que este trance es traumático para mi y me ofrecieran acompañamiento psicológico por defecto, pues es lo que quizá el paciente no solicita por creerse más fuerte de lo que es y es recomendable, incluso imprescindible a su lucha y recuperación.
¿Por qué nos olvidamos de cuidar nuestros dolores emocionales y nuestras almas como cuidamos nuestros dolores físicos?
Supongo que pensaréis que si es el caso debo pedirlo y buscar esta ayuda, pero comenzar ahora otro proceso médico de listas de espera interminables, procesos burocráticos etc. no es lo que necesito, y mucho menos por alguien externo a mi situación. Creo que debería estar sincronizado con mis neurocirujanos y con el historial de mi caso puesto en común entre ellos y el profesional que me asignaran. Pero claro, supongo que eso sería en un mundo ideal figurado en mi mente…
El día 17 tengo cita con ellos, y a pesar de que me reciban con la frialdad habitual de los cirujanos exitosos que hacen la extraordinaria labor de operar a tanta gente, y de realizarlo con el tremendo éxito que marca su prestigio, trataré de transmitir mis emociones. Quizá consiga defender o despertar alguna reflexión en ellos, quizá les evoque o traslade a algún instante “Ratatouille” en alguna vivencia propia o de algún ser querido por ellos y pueda hacer que comprendan que, además de pedacitos de carne y desenlaces físicos exitosos, nuestras cicatrices por dentro y por fuera son muy humanas y complicadas de gestionar, y nos hemos puesto en sus manos totalmente perdidos y sin ningún control de la situación, y eso, es duro y frustrante, y necesita humanidad y empatía también.
Ya sabéis que este lienzo es un vómito de emociones y reflexiones, simplemente eso, y me ayuda a ponerlas en orden…
Hoy hace una semana que estoy en casa tras mi operación. Sinceramente me parecen meses…
Esta vez está siendo diferente también a nivel emocional, quizá no me siento tan bien, fuerte o positiva, no lo sé, pero lo estoy encajando peor.
Siento necesidad de estar sola, de sentirme acompañada, pero en la distancia, de estar sola en casa. De hacerme bichobola, en mi rinconcito. Es como si estuviera agotada de ser siempre fuerte, positiva y llena de polvos de hada, ahora necesito flaquear y sentirme casi casi miserable, y regodearme un poco en mi lamento, que también está bien, que también soy humana.
Estoy enfadada con mis cervicales, con mi dolor, con mis médicos o conmigo misma, no lo sé, pero el caso es que estoy furiosa. Y no quiero que nadie me vea así.
Hoy además me he despertado, por si no tuviera poco, con un ojo totalmente hinchado y más dolor, no sé si con un orzuelo o qué. Me duele toda la parte derecha de la cabeza y cara y me preocupa que pueda tener que ver con la situación de mi sistema nervioso derecho, o si tan sólo es la mala suerte combinada con un orzuelo o picadura o algo ligero pero vistoso y doloroso…
Parece que mi cuerpo se resiente y me pone freno, pero no entiendo las señales. ¿Por qué?
Estaba en un buen momento, luchando mi cambio profesional con tremenda ilusión, conociendo a alguien (que gracias a Dios se ha reflejado antes de ir a más, por mucho que duela, pero yo estaba muy ilusionada), me sentía delgada y bonita (e incluso acababa de comprar algo de ropa nueva), arreglando cosas en casa para hacerla aún más preciosa… en fin… ¿por qué la vida me está parando? ¿Con qué objetivo?
No lo comprendo, no entiendo el castigo, el aprendizaje, el dolor, tremendo, con nuevas cosas añadidas cada día que me frenan más y más.
Estoy paralizada porque, aunque intelectualmente estoy despierta, el sentir daño constante paraliza también la cordura, no poder apenas dormir dos horas seguidas paraliza el intelecto, la morfina agota las neuronas y movimientos, me vuelve lenta y espesa. Una cosa es escribir por ejemplo estos artículos privados y tardar dos horas, relajarme en mi escritura, pero para realizar otras tareas me siento demasiado pesada y densa. Por el momento poco puedo resolver, y ahora menos, con sólo un ojo.
El día 17 tengo cita con mis neurocirujanos, espero que me puedan dar respuestas a nuevos hábitos, a procesos, a cuidados, o no sé si a medicinas que me ayuden. No creo que este dolor constante de los nervios sea lo normal, no lo sé, pero yo me siento en deterioro, no en evolución. Quisiera que me ayuden a encajarlo y resolverlo. me podrían dirigir a urgencias a ver, pero es que por mi experiencia no creo me resuelva nada un médico general…
La parte psicológica es también densa, porque además de todo me siento con una especie de culpa por no estar activa, positiva y agradecida. Pero no lo estoy, esa es la verdad, y lo siento. No interactúo en las redes ni en privado, no tengo ganas. Supongo que también tengo derecho a hacerme bolita, pero no puedo evitar sentir que fallo a todos.
El haber escogido estar sola en casa es algo que mi entorno tampoco comprende, lo respetan porque no les queda otra, me vigilan y están pendientes en la distancia próxima, pero para ellos es incomprensible y dificultoso también, pero es lo que siento que necesito. Tengo movilidad, más que en la otra operación, me puedo apañar, y no sé explicarlo, no se trata de una falta de humildad de no poder pedir ayuda, de no dejarme cuidar, sino la necesidad de recogerme y estar conmigo misma y digerirme.
Lo siento, me disculpo, esta vez no lo estoy encajando tan bien, pero lo haré, dadme algo de tiempo, pues sólo hace una semana…
Pincha la luna, magullan las estrellas, porque estás lejos, pero también estás con ellas. Y hay una, una que me mira, una estrella que suspira porque me ve bella. Una noche cualquiera que es diferente, que pone un broche y espera complaciente, que mira a los ojos y enciende una hoguera de despojos, de rastrojos que queman la solera y renuevan los sueños, y los ojos. Vuela pajarito, vuela, y vuelve que te espero, que te anhelo, que estoy contigo allá donde fueras y también alzo el vuelo más allá del viento y del lamento. Llegan nuevos tiempos, llegan impregnados de pasado pero con diferentes retos lustrados y maduros, pues han aprendido de lo más duro, lo más deseado y se mecen en la noche para abrazar con el derroche aquella sensación de amar #MisNotitas
Es Navidad, si, y eso es una trastada cuando decides comenzar un tratamiento como el mío con el proyecto Reinvéntate #ypunto, que se basa mucho en mi dieta y plan de adelgazamiento, tonificación etc.
Hablo constantemente con Rosa y Luis, mis entrenadores personales, y es que su labor va mucho más allá de enseñarme a hacer ejercicio y deporte, su labor y la parte más importante de la misma es la motivación. Se han convertido en mis «Pepito Grillo» y no sabéis como agradezco que estén ahí para ayudarme. Recomiendo a todo el mundo sus servicios, pues ahora puedo decir que están cambiando mi vida de una forma que ni imaginaba…
En mi caso, la parte personal de este proyecto es dura y difícil, puesto que debo reeducarme en mente y cuerpo para poder hacer este gran cambio y reinventarme. Llevo tantos años sin cuidarme que ya ni recuerdo la última vez que hice ejercicio, que mantuve una dieta sana y equilibrada, que dormí más de 3-4 horas al día, que cogí tiempo de relax o día libre… No se trata de un reto en ponerme mona, no, es un reto en coger las riendas de mi vida, de mi salud, de mi bienestar, de mi ocio, de mis relaciones, de mi autoestima…
Y Navidad es una mala época para comenzar esta movida, pensaréis, bueno, en parte sí en parte no. Navidad es una excelente época de reflexión, de querer realizar cambios; el ambiente en general es más amable, más humano, más emocional, más bonito y eso hace que, aun sin que sea voluntario, te invada una ola de «buenrollito» y quieras ser mejor, estar mejor, sentirte mejor. ¿Que se come más? Si, se come más, y todo está muy bueno, pero también es una época muy propicia a los paseos por la ciudad que compensan esas calorías revoltosas.
Palma está preciosa, la gente está preciosa, y pasear por sus calles, respirar sus sonrisas y escuchar sus sabores es bello y motiva…
Ya ha dado comienzo mi aventura con el proyecto al que estamos dando forma, proyecto que os avanzaba hace un par de días y que crece y crece sin parar.
Lo cierto es que todo es cada minuto más y más intenso, y debo organizarme para irlo contando como toca y que desde aquí, podáis seguir esta iniciativa que os puede resultar de ejemplo, de espejo, para mejorar vuestra marca personal/profesional y reinventaros.
Tras acomodarme en el Hotel Venecia esta semana, en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, comenzó mi primera reunión de equipo, pues cené con Juanra y Migue, mis socios de la marca Comunica #Ypunto con la que coordinamos muchos tipos de iniciativas y que fusiona muy bien con los servicios de Rebuzzna. Comunica #Ypunto será el encargado de convertir mi experiencia en un gran congreso y en un gran evento, lo vamos a re enfocar, nos vamos a re inventar aquí también.
El plan inicial era solo formarme a mi y realizarme un cambio de imagen que me fortaleciera a nivel psíquico y físico para enfrentarme con más ímpetu a mi nueva trayectoria profesional, la que estoy planificando. Para ello, me ofrecieron ser la imagen de Hydrovital, un centro estético con solera en Valencia. No obstante, ya me conocéis, no podía centrarlo en solamente mi persona ni tampoco dejarlo en una iniciativa más pequeñita como se planteaba al principio, por lo que activé el mecanismo para darle una vuelta al proyecto y decidí comprometerme sujeto a ese cambio de perspectiva. Por ello, estamos formando un gran evento doble, por una parte un congreso de marca personal/profesional, y por otra una gran fiesta de gala. Con esta iniciativa tengo varios objetivos, que aúnan mi trayectoria profesional y mi manera de ser: quiero mostrar al mundo como se pueden realizar proyectos en colaboración de profesionales y hacer que sean exitosos, y por otra, quiero mostrar como en los tiempos difíciles que corren nos tenemos que reinventar, diferenciar, fortalecer de todas las formas posibles, por fuera y por dentro, sacando fuerza y valor para anunciar al mundo que estamos aquí y que tenemos muchas cualidades que aportar todos y cada uno de nosotros, y eso empieza por uno mismo.
La semana ha sido dura, pero muy gratificante. Ha comenzado disfrutando de un primer y único tranquilo café en el hotel tras una primera noche cómoda y agradable en una habitación más que digna. Es un Hotel vestido con piel de hostal, o al revés, vamos, que tiene muy buena calidad y esta muy bien reformado para ser solo un hostal, diría que es mas bien un boutique hotel. Y esta céntrico, en plena plaza del ayuntamiento que además, ahora en Navidad, está muy bonita vestida de gala y luces. Valencia brilla, y eso hace que aun me motive más el esfuerzo de vivir allí estas temporadas, pues está preciosa.
El mismo lunes comenzaron los tratamientos en Hydrovital, dentista, oculista, psicóloga, coach, dietista, entrenadores físicos, examen de piel, asesoría de imagen, técnicas de protocolo, y coordinación de proyecto. Empieza un nuevo mundo para mi, un reto, para el que me doy cuenta que tengo que ser muy valiente y decidida, y también tener mucha fuerza de voluntad, pero me quiero reinventar y punto y quiero que mi experiencia e imagen sirva de motivación a personas que están preocupadas, tristes, asustadas o perdidas en estos momentos tan difíciles! 🙂 Eso sí, no es nada fácil adaptar y encajar todo esto en mi día a día, en mi rutina, y además, enfrentarme a tantos fantasmas y al espejo por fuera y por dentro.
Toda la semana ha venido cargadita de actividades con los diferentes profesionales implicados en el proyecto y que de forma voluntaria, aportan sus profesiones y productos para formarlo como una apuesta a la colaboración.Y ya son más de 30, pero además, con un equipo que estamos formando en #Ypunto donde hemos implicado a tres grandes compañeros más: mis amigos Carmen Sahuquillo y hermano, Jose Ramon Sahuquillo y mi ultimo gran descubrimiento, Diego, que me ha impactado conocerle porque parece que ha estado ahí siempre esperando a ser descubierto, porque está en nuestra línea y nos necesita, y le necesitamos! Bienvenido Diego!
Además en Valencia cuento con un gran equipo de compañeros, de amigos y de profesionales que estamos implicando en un puzzle perfecto, porque sienten y trabajan en la misma línea que nosotros, porque con este proyecto puedo tratar de ayudar a todos para generar beneficios, porque los futuros patrocinadores verán que somos un tsunami de creatividad, de entusiasmo, de saber hacer y de ilusión por cambiar un mundo difícil y alicaído, porque como decía Coco en Barrio Sésamo: solo no, con amigos si! Gracias Fran, Pedro, Enrique, Ricardo, Carola, Clara, Juan Carlos, Tino, Marcos, Gonzalo, Vicente, … por uniros a la movida, y por supuesto, A Susana Verdeguer, gerente de Hydrovital y fundadora del proyecto, a mi paparazzi Vicente Nadal y al equipo de colaboradores de Reinventate #Ypunto by Hidrovital, y a mis compañeros de batalla que son mi pilar Juanra, Migue, Carmen , José Ramon y Diego . Me siento halagada de contar con todos vosotros! Vamos a revolucionar el mundo , #ypunto ! 🙂
Ahora tenemos que encontrar apoyo de famosos, de patrocinadores, de medios, de instituciones, de personas y empresas que tengan la misma filosofía que nosotros y quieran decir basta a quedarnos esperando soluciones, así que cuento con todos el mundo que pueda correr la voz para conseguirlos. Las soluciones las hemos de propiciar nosotros mismos y cuánto más crezca este altavoz, más nos beneficiaremos todos los que lo escuchamos.
El plan es que el gran evento sea a finales de Febrero, dependiendo de como se vaya configurando, y si crece más y más, quizá lo aplazamos a después de Fallas para dar una gran bienvenida a la Primavera!
El día a día acaba retirando la máscara de maquillaje que viste mi sonrisa y con una inmersión en muchas cremas de Hydrovital. Voy a tener que aprender tantas cosas… Pero se que puedo, se que yo también me puedo re inventar por mucho que cueste! Arribaaaaaa!