Cuando la luna canta, anuda la garganta de una forma abrupta, casi corrupta, y por norma destruye la duda, porque te desnuda. Ya no sientes miedo, sólo con contemplarla, húmedo el corazón y el ojo se empaña, con razón. Es magnánimo su embrujo, y el ánimo cruje en una sonrisa sin prisa, perfecta, correcta, despierta. Cuando la luna vierte su magia convierte la melancolía en suerte, y no plagia la fantasía, sino que despierta el alma en una utopía en calma, abierta a la fechoría del amor y del color de la noche sin dolor, del derroche de pasión, y se alía con una canción que tarareas sin razón y con la que mareas la noche…
Ronroneos de un noche calmada a la luz tenue de la llama. Meditaciones inertes y paseos por los rincones del subconsciente. Si te escuchara ahora no lo creería porque me sorprenderías ensimismada en el recuerdo, aletargada en un espejo que me muestra mi alma y mi complejo. Un día tu voz se convirtió en eco y desde entonces tan solo eres algo que fue y no fue. Y a veces peco y doy algún traspié cuando vuelvo la vista atrás y casi te huelo de nuevo. Y a veces pretendo que ya no te siento cuando te veo y sonrío y miro al frente una vez más, y trato de mostrar mis ojos vacíos pero me sale mal. Algunas veces son cristalinos, otras opacos, o quizá sonrío de pena y lloro de risa, o aplaco la solera de la decepción que una vez sonó como una canción, y ahora ha dejado un halo de prisa por que ya no suene tu brisa, ni tu recuerdo, ni mi emoción. Me hago mayor, maduro, y aprendo de cada error y lo apuro para poder ser mejor cada día y en cada nueva melodía. Ya tan sólo eres eco, y yo sólo me mezo sola en el lecho…
(los dibujos son de Nonnetta, y me parecen preciosos)
Gritos ahogados, despiadados. Silencios estridentes, candentes. No puedo, me quemo, no puedo, me temo. Mariposas despistadas, defraudadas, aletean sin rumbo dando tumbos. Días de verano insanos, días de letargo maltrechos, despechos y despiadados, anulados y en barbecho. Tan cercano y tan lejano, tan profano de un amor y un clamor, de un hermano de alma, y de calma… ¿no lo ves? Todo está al revés…
Vacila, sacude, respira, elude… define. Dudas que asaltan rudas y vastas, que fulminan la entereza y dan pereza, te hartan, te espantan, repudian la coherencia entre palabras y hechos, y resbalan por la decencia hasta caer en el despecho. Claridad necesaria y honestidad imaginaria que es un hecho si agarras el valor que siempre está al acecho y que evita el dolor, porque es hombre de provecho aquel que despierta el amor de una mujer con intención de amarla y afronta la reyerta con fulgor y saber hacer, no el que huye y destruye el deber y tan sólo pone prosa a la vida hermosa y no actúa, rebosa de palabras y no evalúa ejecutarlas, sino sólo contarlas. Atrévete amor, adéntrate en la pasión y que los hechos hablen y claven en los pechos tu talante. No hagas desplantes o tu vida será una broma, que hastía se asoma a cada camino sin sino, y con el corazón hundido por cobarde, tan sólo con el alarde cansino del hambre de destino. #MisNotitas
Un patio enredado y descarado que olía a jazmín y a besos traviesos, donde el carmín yacía ileso en el regazo, en un abrazo, y en el espejo en el que acontecía el resto de la vida. Una utopía convertida en espía de la luz de la luna, y de la espuma de una estrella fugaz que dejaba una cola capaz de quitar la jaula en la que ella estaba sola, y sola seguiría pero curada de aquella maula, enamorada de la aureola sonámbula. Y mirando al cielo, una gárgola, siniestra y con mirada de hielo, y diestra en el misterio de una noche extraña, donde las entrañas asomaban por el quicio de los ojos, donde las marañas de vicios eran despojos de un pasado coartado e incoloro, ahora vivo y sin decoro. Viva, transparente, no más inerte, sentida y fuerte. Un beso, un despertar, travieso, en un chaflán tatuado en la retina, con un galán que ha pintado con pátina la armadura, y ha coloreado la luna, y la autoestima… #MisNotitas
Ya son muchos años de autónoma, emprendiendo como una loca, y hoy me he parado a respirar y he pensado, ¡Ya tengo 43 años! He tenido que coger aire profundamente, como si no lo supiera…
¡Qué bonito y romántico es ser empresaria! ¡Cuánto se aprende, cuánta libertad, cuánto dinero, cuánta magia, cuántos contactos, cuánto futuro! […]
Respirar no me ha bastado, he necesitado meditar, y ya sabéis que yo medito haciendo bizcochos… Sumergir las manos en harina es una buena terapia, ver cómo se te escurre la clara de un huevo entre las manos…
Tampoco me ha bastado.
Esta época se basa en la incertidumbre en todo, en metamorfosis en todo, y realmente es un mito lo de ser autónomo, pues en realidad, no eres autónomo en NADA. Todo mentira. Ni personal ni profesionalmente. Dependes de un sistema ¡y menudo sistema! y de una sociedad que anda perdida buscando unos valores y principios que no identifican, no saben cómo son, y no se puede identificar lo que uno no conoce. En lo único que uno es autónomo es en decidir ver o no, o mejor dicho, mirar o no, las mariposas que se te van cruzando caminando por la vida, sin prisa pero sin pausa, como decía aquel… Y yo, decido mirarlas, a cada una, en cada rincón, en cada suspiro, en cada momento.
Son tiempos convulsos, sin duda, pero esto, también pasará. Ahora nos toca abrir los ojos, luchar, luchar mucho más, y volver a luchar. Aprovechar las inercias y las brisas, que porque en realidad mucho no depende de nosotros, pero mucho otro si: cuestión de actitud.
Cosas que quizá antes eran impensables, ahora encajan, quizá dejar de ser autónoma es una opción, ponerse a disposición de iniciativas ajenas, pero mientras alguien pueda verme como una mariposa a mi misma, trataré de crear nuevas crisálidas que puedan contemplar otros, porque soy así, porque provocar ilusión y sonrisas ajenas forma parte de mi y siempre lo he hecho. Eso se llama creatividad, y, creo, también se llama empatía.
Este es un post tonto, realmente es una reflexión en voz alta, un pataleo, supongo que por la saturación de leer negatividad en todas partes. No, amigos, no quiero meterme en ese bucle, quiero seguir ilusionada todos los días de mi vida, por los colores de las alas de las mariposas que se cruzan en mi camino y por desplegar las mías propias, por la brisa suave que te roza la cara cuando aletean, y porque si escuchas con atención, sus movimientos al volar producen un rumor alegre y bello y yo, quiero escucharlo. Yo, soy mariposa.
¡Fuerza y ánimo a todos!
La oruga llama fin del mundo, a lo que el resto del mundo llama mariposa. (Lao Tzu)
La mariposa no cuenta meses sino momentos, y tiene tiempo suficiente. (Rabindranath Tagore)
Cuántas cosas se pueden hacer con el tiempo. Aprende de la mariposa que en una hora es capaz de enamorarse diez veces, visitar tres bosques y una cascada, terminar en un cuadro de Van Gogh, reír tanto hasta tener dolor en las escápulas de las alas y con el polen robado a las flores hacer múltiples canjes con las hadas. (Fabrizio Caramagna)
Las cosas que aborrezco son sencillas: la estupidez, la opresión, la guerra, el crimen, la crueldad. Mis placeres son escribir y cazar mariposas. (Vladimir Nabokov)
Tendré que soportar dos o tres orugas si quiero conocer a las mariposas. (Antoine de Saint-Exupéry, El principito)
El aleteo de una mariposa puede causar un tifón en algún lugar del mundo. (De la película El efecto Mariposa)
Agregar alas a las orugas no crea mariposas, crea orugas incómodas y disfuncionales. Las mariposas se crean a través de la transformación. Stephanie Marshall
Una oruga después de su profundo sueño ‘se despierta a la realidad’ para darse cuenta de que la verdad no siempre es amarga después de todo.” Manali Oak
El secreto no es correr detrás de las mariposas… es cuidar el jardín para que ellas vengan hacia ti. (Mário Quintana)
Se encoge la entraña cuando ves la guadaña. No se acerca, la oyes pasear y murmurar, y no se refleja en el espejo. No quieres que se enoje, que quede lejos, que no acongoje los tormentos ni camine hasta más adentro. Allí está bien, en la distancia, con la mirada rancia, con el va y ven de su silencio. Tras la capucha nos escucha, nerviosa, rencorosa, aguardando el momento donde la prosa torne lamento e impulso y ya no ande, corra al encuentro, y tosas, y le eches un pulso, y sientas muy adentro que estás a su merced en un cuerpo de papel, a su querer, orando por no merecerlo, por no saber, y que se calme en su hacer. No me da miedo, sentir terror no puedo, no debo, no hay honor en querelo, ni espero merecerlo. El miedo paraliza, no es una baliza, es un tormento, no te deja pensar ni respirar, no te deja brillar, y ella lo sabe, y sonríe, inestable. Ella lo huele, lo pide, lo quiere, lo suele, se alimenta de ello y quiere morder tu cuello con impaciencia, con prudencia, sin ciencia. La guadaña se mueve, tiembla, revuelve y siembra. No vendrás, no te acercarás, no podrás, no te temo, no te anhelo, no quiero tu duelo, ni tu consuelo…
Lléname de amor. Cólmame de besos de rana y de cigüeñas frustradas, de mariposas aladas y de risas atontadas. Viértete en mi y llena mis emociones de canciones, de pasiones, y a trompicones átame verdades al catre, llévame a combate y revienta mis tuétanos de colores. Y no me sueltes la mano, colma mis tímpanos de espasmos, y mi boca de sabores. Muéstrame olores que devuelven favores y que el tacto nunca quede intacto en el reparto. Mírame siempre con la mirada encendida y que siempre haya luz prendida en la ventana, en la alacena y en mi calma. Haz que me sienta serena en mi vergüenza y cuando desnude mi alma y mi espalda, resplandezca mi karma. Y entre orgasmos te diré que me daba vértigo ser tuya para siempre, y ahora para siempre, me parece poco tiempo.
Nuevo año, expira lo antaño, araña el calendario, rasga con maña un año agrio y respira a la vida que está por venir, que hará sentir, que abandonará la ira que ayer fue y hoy no es. ¿Me ves, año nuevo? Yo te veo y te presiento, te leo en mi pensamiento, eres mi cuento antes de dormir y mi lamento al sucumbir en el estruendo de un beso y las alas de mariposa que lo rebosan, y lo posan en mis ganas. ¡Cántame una nana, que te espero en pijama! Que se calme un año magullado y quede por siempre apagado, que el nuevo llegue con ganas y venga alado, se cuele por las entrañas sin vado, llegue al corazón con toda la pasión y marañas de razón, tesón y vocación. Que venga lleno de color y que huela a amor. Ven a mi nueva vida, año, sentida, querida, permitida, acércate a mi prisma y siente el carisma de la que te recita, que es sencilla pero de alma bonita, que es vida y merece estar tranquila. Vela por ella, por todos, acércales una estrella que los bendiga, ya les toca, y enciende de nuevo la ilusión que ya no esté rota, te esperan vivo y sentido, un nuevo año decidido, permisivo y vertido en olvido de un veinte que nos ha hecho más valientes. Bienvenido veintiuno, yo, te acuno… #MisNotitas
La mala educación. Personas que aparecen y desaparecen sin explicaciones, que mal quedan, que prometen y ofrecen y solamente hay vacío, que juzgan y acometen contra sus ficticios paradigmas, sin principios, sin valores, huecos, egoístas… No comprendo la tónica actual del mundo, y más allá de Mafalda que decía que «por favor lo paren que se quiere bajar», yo no quiero bajarme, quiero seguir subida a la velocidad vertiginosa de mis valores, de mis principios, que no los comprende todo el mundo, pero que son míos y arraigados, que los defiendo encarnizadamente con uñas y dientes, aunque los pisen, aunque maltrechos se tambaleen, tiemblen y sufran, pero quiero pensar que son lo que tengo y mi mayor valor, los ofrezco, y que en el camino encuentro personas que empatizan con ellos, porque esa es la verdadera felicidad, cuando te sientes bien contigo y con las almas que te acompañan, efímeras o no, pero reales, duren lo que duren. Hoy es complicado esperar más, y esto no es un lamento, es una humilde reivindicación a que estas almas, estéis dónde estéis, salgáis, que os busco con hambre desesperada, con ansia de sinterme oveja de color, de nutrirme de vuestras conversaciones y acciones y aportar las mías, de aprender de vosotros, y de esta manera, caminar un sendero más fértil, juntos, de la mano. Os busco personas bonitas, con todo mi ser. Sé que estáis ahí, agazapadas, porque os sentís igual. En días en que la palabra y el honor quedan en segundo plano, en que el romanticismo de esencia queda aletargado, creo más importante que nunca manifestar estos deseos para sobrevivir a la verdadera pandemia: el virus de la falta de humanidad, empatía y respeto. Hombres disfrazados de falsos caballeros, personas vestidas de traje de emperador, profesionales que especulan con el egoísmo, familiares que creen que el amor es característica de su único beneficio intrínseco, amigos con los que en realidad nunca has contado… no os quiero cerca, porque doléis. La comunicación es el eje del mundo, no se juzga, se comparte y se cuenta, se dice y se mantiene la coherencia entre pensar, sentir, decir y hacer, y con servil modestia abro mi corazón a quién decida no pisarlo, y guardo las lanzas en el atolladero porque no quiero usarlas, quiero no necesitarlas… #MisNotitas#menfadao#yaestoymejor#escribirmecalma#vomitoemociones#palante
No, no resistiré. Y de hecho, no quiero resistir, estoy cansada de resistir. Resistir quiere decir recibir algo que ejerce fuerza o presión, sin moverse, ni sufrir daño o alteración, y no es el caso. Resistir quiere decir sufrir un padecimiento físico o moral, sin dejarse vencer por él y, a menudo, sin quejarse o tratar de evitarlo. Resistir, en definitiva, quiere decir sufrir, a ver si nos enteramos, y yo no quiero sufrir ni padecer, no quiero tener que resistir y no quiero no tener voz…
Yo quiero poder seguir defendiendo mis valores y principios, mi misión y visión, y seguir con mi constante golosería montada en mi vida, porque soy así, porque no quiero dejar de serlo, y porque no quiero participar de abalanzarme en el abismo al que nos empuja la situación actual y su mala gestión o resolución y volverme despiadada y cruel, egoísta y encarnizada para poder sobre vivir, no, no voy a flaquear.
Buscaré la manera de continuar adelante con mis proyectos u otros nuevos, con mis empresas o reinventándome, en otras empresas ajenas o equipos, pero con mis talentos, con mis conocimientos y, sobre todo, con mis valores y anclada en mis principios, con un filtro natural que los ponga en alza y con personas que se sientan como yo. No quiero fomentar otro tipo de sociedad, ya no quería antes, y ahora menos.
Todo tiene su parte buena, siempre, y por muy duro que esté resultando quizá el zarandeo no nos viene mal como filtro y como nuevo camino, quizá conseguimos cambiar algunos paradigmas que, en mi opinión, eran muy erróneos. Una situación así supongo que saca lo mejor y lo peor de las personas, y yo, a lo único que me resistiré con uñas y dientes (aunque sufra en la resistencia) es a las personas que escojan “lo peor”. Espero no tener que nadar a contra corriente y que la corriente predominante sea la de los que escojan “lo mejor”, porque de la otra forma es agotador, y no habremos aprendido nada…
No, no especularé, ni robaré, ni traicionaré, ni saquearé, ni pisaré… Son verbos que no comprendo ni quiero comprender. Usaré esa energía en cooperar, en ayudar, en resaltar mis aptitudes y conocimientos, mis talentos, mi fuerza, mi trayectoria, en trabajar y aportar… Como siempre he hecho, y como siempre seguiré haciendo. Buscaré y filtraré caminos que sientan lo mismo que yo y les daré la mano y una sonrisa. Y cada día, me acostaré con mis valores y principios inalterados, y con un pan que me habré ganado dignamente y en base a ellos. Es mi declaración de intenciones.
Vienen tiempos muy duros, de los que posiblemente aún ni somos conscientes, y en nuestra mano está el cómo utilizarlos. Posiblemente muchos perecerán en el camino, y muchos otros se enriquecerán de ello, a costa de las debilidades de los demás, pero no todos, y yo no quiero pertenecer a este grupo; otros seguiremos gestionando #cestadetrueque, y seguiremos poniendo en alza nuestra esencia, inquebrantable e inalterable, cobrando dignamente por lo que sabemos hacer y que hacíamos antes de todo esto, y filtrando nuevas formas de darlo a conocer y de seguir adelante, e incluso descubriendo nuevos y apasionantes caminos. Aportando. Es obvio que hay que cubrir las necesidades propias, y a mi me motiva hacerlo lo antes posible para estar bien y poder seguir dando, aunque la situación me obligue a aplazarlo porque si no estoy cubierta yo, no puedo dar, si yo no estoy bien, no puedo ayudar, y eso es motivo más que suficiente para seguir fuerte cada día, de la mañana al alba, de la desesperación a la motivación.
No, no me resistiré al sufrimiento, simplemente, trataré de no sufrir y de, por supuesto, no hacer sufrir.
Vienen tiempos convulsos, tiempos de post guerra, y si leéis todas las noticias e iniciativas que corren por las redes de comunicación, como la sangre por las venas de un soldado, también hay valor, fuerza, positivismo, entereza, creatividad, autoestima, belleza, actitud… y ese es el bando que escojo, en el que preparo las armas que lucharán contra la tiranía, el oportunismo, el egoísmo, la especulación, el saqueo… Desde la trinchera me agazapo preparando mis ballestas y esperando nueva munición, que si no llega, yo al menos transformaré la frustración y la rabia en fuerza y energía para combatir con más arrojo y no permitiré que mi valor flaquee, creeré en mi y en mi arsenal comunicativo, en mis flechas de amor, tendré fe en mi y en mi capacidad de seguir adelante, me reforzaré en mis raíces y en mi esencia…
No, no resistiré erguida frente a todo, simplemente, nunca he dejado de erguirme. No, no perderé todas las partidas, seguiré jugando a mi manera y algunas las ganaré. No, no duermo con la soledad porque me acompaña la gente a la que quiero y me quiere, y personas nuevas por descubrir y ser descubierta. No, no se me cierran salidas porque yo abro muchas otras. No, no siento miedo del silencio porque me permite pensar y escucharme. Si, si me mantengo en pie y no, no me quedo contra la pared, estoy en movimiento. No, no quiero soportar golpes ni que se me rompan los sueños. No, el mundo no ha perdido toda magia, de hecho, si miras por la ventana correcta, entre los aplausos y emociones, asoma más magia que nunca. No, señores, mis sueños no se rompen en pedazos, porque ahora sueño más que nunca, es un lienzo en blanco, y lo voy a dibujar con todos los colores, los que conocemos y los que están por descubrir.
(una que también es dinámica…)
Yo no quiero rodearme de saqueadores y mafiosos, de vampiros emocionales, de oportunistas y despiadados. No voy fomentar ese tipo de sociedad. Lo único que tengo son mis valores y principios, y no resistiré sufriendo, sino que los realzaré conscientemente, vestida con mi carmín rojo y mi sonrisa.
Mujeres empoderadas por aquí, hombres tristes y confusos por allí, miedo, prejuicios, mujeres contra hombres, hombres contra mujeres, hombres, mujeres, ¿personas?. Los caballeros son malos, las caballeras ahora son naturales, los halagos son malos, los insultos buenos, separamos, diferenciamos, pero decimos que buscamos igualdad, potenciamos la desigualdad luchando por la supuesta igualdad, no somos iguales… Vergüenza ajena, ¿en serio creéis que al mundo es mejor así? Yo no lo quiero, yo quiero el romanticismo, el respeto, quiero a mis hombres, a mis varones, y los quiero hombres… No me gusta, esto no me representa, no lo quiero, no me siento ni más ni menos que un hombre, ni que nadie, me siento más que una mala persona y menos que una persona ejemplar, me da igual el sexo, me siento mujer y me siento femenina que no feminista, y no me gustan los hombres confusos en su naturaleza porque así lo propician algunas. No me gustan ni los hombres ni las mujeres maleducadas, egoístas ni agresivas. No me gusta el color lila. Me gustan los piropos, me gusta sentirme bonita, y siempre me he sentido valorada en base a mi esfuerzo. Me gusta tener elección, y decir sí o no según me convenga. Sí es sí y no es no por sentido común, sin más aspavientos. No dudo de mí, dudo de que se han perdido los papeles. El respeto se lo gana uno o una, el valor profesional y personal, también. He luchado toda mi vida por mis valores y principios, no por un movimiento poco claro que no me representa. A mí me representa el respeto, el amor, la empatía, la solidaridad, y me representa el esfuerzo. No me gustan las etiquetas. Me gustan los hombres. Me gustan las mujeres. Me gustan las personas. Me gusta nutrirme de diferencias, sexos, razas, colores, idiomas, culturas, costumbres, historia… Creo en el amor y creo en complementarnos. Equilibrio. Deberíamos salir a la calle por luchar juntos, en general, no para luchar por las diferencias ni la segregación, sino por mucho mundo importante que luchar y por defender el pegamento que lo une, no el cuchillo que lo separa. Hoy en día, todo lo queremos segregar. Yo lo que quiero, es unir. Sororidad, pero también con mis hombres, sororidad con las personas que la merecen. Demasiado odio, rabia. Luchas incongruentes. Yo quiero flores, piropos y quiero sentirme mujer, sentirme Marta y seguir trabajando por ser mejor persona. Quiero rodearme de hombres y mujeres extraordinarios, y aprender, evolucionar, aportar. Quiero vivir en paz y feliz, y amar. No, el presente tal y como se plantea, no me representa.
Nuevo año, expira lo antaño, araña el calendario y respira a la vida que está por venir, que me hará sentir, que abandonará la ira que ayer fue y hoy no es. ¿Me ves? Yo te veo y te presiento, te leo en mi pensamiento, eres mi cuento antes de dormir y mi lamento al sucumbir en el estruendo de un beso y las alas de mariposa que lo rebosan, y lo posan en mis ganas. ¡Cántame una nana! Que se calme un año magullado y quede por siempre apagado, que el nuevo llegue con ganas y venga alado, se cuele por las entrañas sin vado, llegue al corazón con toda la pasión y marañas de razón, tesón y vocación. Que venga lleno de color y que huela a amor. Ven a mi nueva vida, sentida, querida, permitida, acércate a mi prisma y siente el carisma de la que te recita, que es sencilla pero de alma bonita, que es vida y merece estar tranquila. Vela por ella, acércale una estrella que la bendiga, ya le toca, ya no está rota, te espera viva y sentida…
En el cielo brilla otra estrella, porque eres ella. En el suelo llora la pena, porque ya no vuelas. Has cerrado tus alas, y he llorado tu calma, la de un suspiro que se ha apagado entre mis brazos, un latido que me ha dado el último abrazo. Te he querido diecisiete años, mi gatito, mi amigo, mi esponjoso gordito, mi Gizmo… siempre te querré, siempre serás mío… mi bebé bonito… (2003-2019) No puedo escribir más, no me sé expresar, hoy es un día muy triste, hace tres horas que te fuiste para no regresar y yo sólo quiero llorar…
En el cielo brilla una nueva estrella. Es mi beso extraviado, aquel que no te he dado, el que podría haber hecho mella pero se ha cansado. Ha esperado demasiado, ha llorado y se ha dañado. Los astros son rastros de caricias, teatros y pantomimas de estrellas ficticias que brillan con avaricia en los corazones, y si no se entregan, caducan sus razones y inundan cielos, nubes y reflejos, hasta muy lejos, para dejarnos perplejos los ojos y los despojos. Para mostrarnos de viejos cómo eran los posos de amores añejos que no se cumplieron, que sucumbieron a los espejos, los complejos y murieron, tristes y solos, libres y benévolos. Por eso los abuelos miran el cielo, por el duelo, por el peso de una vida de besos de hielo en el firmamento…
Querido diario, dile que le espero, dile que le pienso, dile que el tiempo es sicario y que el verso otorga un reverso al fario. Dile lápiz que estoy completa con sus pedazos, como un tapiz a trazos que aguarda su llegada y se apiada de los lamentos y los tormentos. Dile que no sé cómo es él, pero que tengo fe en el descubrimiento y que se que será apuesto por fuera y por dentro. Dile que aguardo, a salvo, con tiento en el resguardo de mi espejo. El reflejo es viejo y es travieso pero cada día deja más ileso el complejo y más dañado el manejo de lo que veo en él, porque tus pedazos son huecos en la piel, porque no has llegado y no los has llenado. Te espero, te aguardo, deseo tu respaldo. Descúbreme, complétame, que ardo, que cuanto más tardo, más muero, más sueño y más distorsiono el ceño y el cuero.
No entiendo el presente, con su gente inerte, con la falta de duende. No comprendo la vida sin su carisma, y mi prisma no olvida que mi corazón se revuelve con los estigmas de la razón y también de la pasión, que los combina, que los destina a un único objetivo que siempre es el motor: el amor. Desde cualquier perspectiva, por doquier, la vida hoy agresiva no nos deja ser, está perdida, confusa, rendida, difusa… Antaño una mujer era musa, no de un rebaño, y no resultaba extraño su valor, como un paño de furor que cuando sonreía, se la defendía desde un caballo ganador o perdedor, pero se hacía, se insistía, se merecía. No concibo el presente inerte donde todo vale y nada es fuerte, donde sobresale lo esquivo y el compromiso iluso es como un guiso insulso, lascivo, repulso y tan sencillo que pierde brillo. Yo quiero ser mujer, quiero merecer y ofrecer a un caballero coherente, fuerte, seguro y presente. Quiero salero, esmero, y sentir el sosiego de valer lo que valgo, con respaldo, con apego seguro y decidido, continuo y permitido en un presente sentido. Quiero que la vida me vuelva a dar lo que una vez sentí al amar y evocar lo correspondido hasta el infinito y más allá.
No me regales rosas, mejor un rosal, que pueda cuidar, que pueda regar, que pueda mimar y al verlo recordar que alguien me regaló un pedacito de vida antes de quedar dormida, antes de sentir que la vida huele a flor y a fulgor, que está ida, que es clamor…
Hoy he soñado contigo, pero no te lo digo. Hoy he volado y he sentido, pero no lo escribo. He observado el trigo desde el ocaso, en el cielo, en mi vuelo raso, pero no lo compartiré contigo. He rozado el mar con los dedos, al descender de los cielos, lo he tocado, y he llorado. Hoy he visto tu sonrisa en una brizna de brisa, y la he aspirado. No te mencionaré que hoy me has besado, ni te contaré que me ha gustado. No te hablaré del pasado ni te diré que hemos volado a un lugar apartado. No compartiré que te he amado y que cada día he anhelado el abrazo ahogado, ni que hoy hemos surcado las nubes azules ni las luces del beso fallado.
Sordo el eco del beso, sordo y travieso, que me mira desde lejos, tanto que ya no me acuerdo. Vuela raso en el ocaso rozando el cielo con las manos y
Huele a viejo y a sueños, a veces espejo a veces empeño en un mundo parejo. Reflejo desnudo que muestra otros mundos,
Quiero escribir y no puedo, estoy seca, quiero decir que en el pecho tengo una saeta y muero. Vierte la sangre inerte y amable que se desparrama por la vendeta afable, pues no es viable la trama ni el sable, tan sólo debo olvidarle.
He besado muchas ranas, pero la de hoy, me ha besado a mi. Me explico.
Hoy me ha besado una rana; con una nana mecía mis canas y la vida me ha pasado en un instante, frente al estanque. Se ha parado, se ha detenido, y ha nublado todos mis sentidos. Hoy ha sido un día mágico, de reencuentros nostálgicos y vida en pedazos y abrazos formando un retablo maridado con vino, y con sino. Hoy mi camino ha sonado lleno, pleno, y el destino ha acompasado a una soprano y a un barítono. He descubierto un rincón mágico, con un fervor extraño y trágico porque mi rana ha cantado sólo en momentos señalados y me ha enseñado que los tormentos infundados no entienden de pasado, y que el futuro es duro porque aún no ha llegado. Hoy es el presente maduro de una vida contemplando corazones inertes de los que me saturo, pero de repente, en un jardín puro, mesuro mi temple y rezuma vida, en el cantar de una pequeña rana sentida, en el bailar de las ganas de frescura y hermosura, en el vibrar de una amiga curtida que me anima, en el despertar de un encuentro con un conde que se esconde entre bambalinas y aires de tramuntana para mostrar con más ganas su carisma. Hoy Rossini y Puccini han cantado con una rana, mi rana, la que me ha dejado hechizada en el corazón de una montaña…
(Recuerdos del verano pasado, una tarde de ópera en los jardines de la Posesión de Son Vich de Superna, en la que una rana de la fuente acompañó a los cantantes y me dejó hechizada en una experiencia mágica).