Cuaderno de Bitácora de una pausa en la salud

Cuaderno de Bitácora de una pausa en la salud

Cada uno lleva un suceso traumático como puede y quiere. Para mi, lo ocurrido es en realidad un constante oxímoron en toda regla, que no sé muy bien cómo digerir pero que tiene muchas perspectivas y quiero observarlas todas, dejándome llevar en ellas. Esto no tiene manual de instrucciones, a pesar de ya haberlo vivido una vez.

Y digo que para mi es oxímoron porque cuando lo pienso, en mi soledad, en mis momentos donde la morfina y los corticoides palian un poquito el dolor y me entretengo en los pensamientos, entre susurros y silencios atronadores y luces oscuras, y a la espera de la operación que me salve, me viene primero a la cabeza que esto será de nuevo una experiencia de introspección y soledad acompañada, donde intentaré en todo momento tener un caos organizado.

Este último año está siendo para mi posiblemente el punto de inflexión más importante de mi vida. La he cambiado en gran medida, comenzando por una decisión profesional importante que, en el fondo, me está cambiando a mi. Y es gracias a una persona imprescindible en mi vida que, sin él saberlo del todo, me brindó no solamente una oportunidad laboral de conocer un nuevo y vibrante camino, sino que revolvió y zarandeó mi persona en su totalidad y me ayudó a colocarme como Project Manager de mi amor propio, de mis emociones, de mis metas y de mi completa persona. Me provocó la toma de decisiones personales en las que he estado haciendo un ejercicio de limpieza profunda, donde todo lo que pudiera ser tóxico, dañino o interceder en mis planes de felicidad ha quedado fuera de mi vida. Así de trascendente es mi momento, así de decisivo (Gracias Tete).

Y así voy a gestionar esta nueva experiencia, dirigiendo este proyecto de salud que ahora frena todo forzadamente, donde no tengo más elección que gestionarlo de la manera que pueda, cuestión de actitud, y tratar de equilibrar razón y emoción, aprendizaje y perspectiva.

Trataré que sea un recorrido de herida sanadora, de tormenta tranquila, de mar en calma, y, aunque de destino incierto, que también sea positivo. Trataré de que sea un caos armónico, y a mi me sirve expresarme, a mi me ayuda relatar, para mi, pero también para quién quiera hacer uso de mis experiencias.

La vida es efímera, estamos solos en la multitud, las perspectivas y prismas son individuales, y los ecos a veces son sordos, pero a mi vomitar palabras se me da bien y me ayuda, a veces incongruentes, a veces desordenadas, a veces con emociones disléxicas, y siempre desde las entrañas.

Al fin y al cabo, este lienzo es mío, y yo, siempre he sido vuestra.

Vamos a por ello, a por lo que depare la vida y esta experiencia, pasito a paso, con determinación incierta y con la fortaleza posible para superar los flaqueos que también me merezco, pero no demasiados, porque he de superarlo más pronto que tarde y volver a mi precioso momento de cambio y de ajustes de vida, donde tantas decisiones estaba tomando, donde me estaba colocando en lo que quiero ser y con quién. Esta pausa debe servir para recolocar espalda, y vida. Vamos allá!

Me toca volver a ser valiente, y lo seré. Aunque estoy muy cansada y me permito también estar asustada, ya lo he vivido, y sé que la actitud forma un porcentaje muy elevado de la recuperación, por lo que de nuevo sacaré mi alma de guerrera con sonrisa y batallaré con mi espada pulida en actitud y mi armadura brillante de perspectiva. Llega en un mal momento, pero nunca es mejor. Este año decidí un cambio de vida que me hace tremendamente feliz, profesional, personal de amor propio, que lucho a diario con la mayor de las ilusiones y con toda la fuerza que puedo, el mejor de los equipos y compañeros aliados y preciosos, y la certeza de haber hecho la más sabia elección de camino y futuro, y ahora, debo hacer esta pausa obligada que no quiero, pero de la que no tengo elección. No obstante, seguiré luchando por afianzar mi vida presente, porque es la que deseo, es la que escojo, y es la que me proporciona esta actitud de lucha encarnizada por darme prisa, por pasar de nuevo el dejavú de una experiencia similar a la de hace ya 5 años, que me dejó instalada una pieza de titanio en la columna y en el alma y cicatrices en cuello, espalda y vida. Se repite, pero ahora me apresuraré a superarla porque tengo planes mucho más bonitos, porque por casualidad, he encontrado mi camino en la vida, en el y la que quiero permanecer, y este momento no lo va a frenar, tan sólo me ocupará un rato… Combatiré con uñas y dientes porque me merezco que vaya bien, y seguramente lo haré como lo hice, rodeada de amor, porque el amor puede con todo y sé que me acompañará a través de vosotros, los que queráis estar, los que me queréis, los que creéis en mi. ¡A la batalla!

#MisNotitas

#MisNotitas

Un patio enredado y descarado que olía a jazmín y a besos traviesos, donde el carmín yacía ileso en el regazo, en un abrazo, y en el espejo en el que acontecía el resto de la vida. Una utopía convertida en espía de la luz de la luna, y de la espuma de una estrella fugaz que dejaba una cola capaz de quitar la jaula en la que ella estaba sola, y sola seguiría pero curada de aquella maula, enamorada de la aureola sonámbula. Y mirando al cielo, una gárgola, siniestra y con mirada de hielo, y diestra en el misterio de una noche extraña, donde las entrañas asomaban por el quicio de los ojos, donde las marañas de vicios eran despojos de un pasado coartado e incoloro, ahora vivo y sin decoro. Viva, transparente, no más inerte, sentida y fuerte. Un beso, un despertar, travieso, en un chaflán tatuado en la retina, con un galán que ha pintado con pátina la armadura, y ha coloreado la luna, y la autoestima… #MisNotitas

Si nada cambiara, no habría mariposas…

Si nada cambiara, no habría mariposas…

Ya son muchos años de autónoma, emprendiendo como una loca, y hoy me he parado a respirar y he pensado, ¡Ya tengo 43 años! He tenido que coger aire profundamente, como si no lo supiera…

¡Qué bonito y romántico es ser empresaria! ¡Cuánto se aprende, cuánta libertad, cuánto dinero, cuánta magia, cuántos contactos, cuánto futuro! […]

Respirar no me ha bastado, he necesitado meditar, y ya sabéis que yo medito haciendo bizcochos… Sumergir las manos en harina es una buena terapia, ver cómo se te escurre la clara de un huevo entre las manos…

Tampoco me ha bastado.

Esta época se basa en la incertidumbre en todo, en metamorfosis en todo, y realmente es un mito lo de ser autónomo, pues en realidad, no eres autónomo en NADA. Todo mentira. Ni personal ni profesionalmente. Dependes de un sistema ¡y menudo sistema! y de una sociedad que anda perdida buscando unos valores y principios que no identifican, no saben cómo son, y no se puede identificar lo que uno no conoce. En lo único que uno es autónomo es en decidir ver o no, o mejor dicho, mirar o no, las mariposas que se te van cruzando caminando por la vida, sin prisa pero sin pausa, como decía aquel… Y yo, decido mirarlas, a cada una, en cada rincón, en cada suspiro, en cada momento.

Son tiempos convulsos, sin duda, pero esto, también pasará. Ahora nos toca abrir los ojos, luchar, luchar mucho más, y volver a luchar. Aprovechar las inercias y las brisas, que porque en realidad mucho no depende de nosotros, pero mucho otro si: cuestión de actitud.

Cosas que quizá antes eran impensables, ahora encajan, quizá dejar de ser autónoma es una opción, ponerse a disposición de iniciativas ajenas, pero mientras alguien pueda verme como una mariposa a mi misma, trataré de crear nuevas crisálidas que puedan contemplar otros, porque soy así, porque provocar ilusión y sonrisas ajenas forma parte de mi y siempre lo he hecho. Eso se llama creatividad, y, creo, también se llama empatía.

Este es un post tonto, realmente es una reflexión en voz alta, un pataleo, supongo que por la saturación de leer negatividad en todas partes. No, amigos, no quiero meterme en ese bucle, quiero seguir ilusionada todos los días de mi vida, por los colores de las alas de las mariposas que se cruzan en mi camino y por desplegar las mías propias, por la brisa suave que te roza la cara cuando aletean, y porque si escuchas con atención, sus movimientos al volar producen un rumor alegre y bello y yo, quiero escucharlo. Yo, soy mariposa.

¡Fuerza y ánimo a todos!

La oruga llama fin del mundo, a lo que el resto del mundo llama mariposa.
(Lao Tzu)

La mariposa no cuenta meses sino momentos, y tiene tiempo suficiente.
(Rabindranath Tagore)

Cuántas cosas se pueden hacer con el tiempo.
Aprende de la mariposa que en una hora es capaz de enamorarse diez veces, visitar tres bosques y una cascada, terminar en un cuadro de Van Gogh, reír tanto hasta tener dolor en las escápulas de las alas y con el polen robado a las flores hacer múltiples canjes con las hadas.
(Fabrizio Caramagna)

Las cosas que aborrezco son sencillas: la estupidez, la opresión, la guerra, el crimen, la crueldad. Mis placeres son escribir y cazar mariposas.
(Vladimir Nabokov)

Tendré que soportar dos o tres orugas si quiero conocer a las mariposas.
(Antoine de Saint-Exupéry, El principito)

El aleteo de una mariposa puede causar un tifón en algún lugar del mundo.
(De la película El efecto Mariposa)

Agregar alas a las orugas no crea mariposas, crea orugas incómodas y disfuncionales. Las mariposas se crean a través de la transformación.
Stephanie Marshall

Una oruga después de su profundo sueño ‘se despierta a la realidad’ para darse cuenta de que la verdad no siempre es amarga después de todo.”
Manali Oak

El secreto no es correr detrás de las mariposas… es cuidar el jardín para que ellas vengan hacia ti.
(Mário Quintana)
Querida gastronomía…

Querida gastronomía…

La situación con la pandemia es complicada, mucho, y sufrimos en muchos sectores ya que Mallorca va vinculada al turismo, a la hostelería, como casi única industria. Todos los sectores se ven afectados directa o indirectamente en la situación económica actual.

La gastronomía es mi vida. Le he dedicado todo, en diferentes perspectivas, pero todo de mí desde que comencé a trabajar en la hostelería a los 14 años. Me he curtido a mí misma, he aprendido, he sufrido, me he apasionado, y, sobre todo, la he amado. La amo.

Ayer me preguntaron ¿quién eres tú? ¿qué eres tú? Soy creativa, soy comunicación y soy gastronomía, en toda su magnitud. Estoy triste, siento que se me rasga el corazón con todo lo que está ocurriendo y con lo que está sufriendo mi mayor amante, mi gastronomía, mi vida… No sé cómo puedo aportar luz, cómo cantar una nana a tantos compañeros, tantos aventureros, tantos clientes, tantos amantes de la cuchara, trovadores de fogones, calmadores de manteles, aderezadores de risas, amasadores de emociones, repartidores de orgasmos… Estoy aquí queridos, para todo lo que pueda hacer, para todo lo que pueda acompañar, os doy mi mano y mi esencia…

Me aplico como tópico personal la cooperación, la unión de talentos, el conjunto de iniciativas y cabezas pensantes, porque siempre he pensado que juntos multiplicamos, no sumamos, y porque siempre en toda mi trayectoria he tratado de generar iniciativas colaborativas donde podamos funcionar en sintonía, en equipo, donde pueda implicar en mis proyectos a tantos compañeros como sea posible y repartir pedacitos del pastel entre todos. Por lo tanto, en esta declaración de intenciones, me abro en canal una vez más para que, si de algo sirvo, si puedo aportar algo, acudáis a mí. Yo humildemente también tengo cosas que aportar, y estaré encantada de poder hacerlo.

Esto, también pasará…

No, no resistiré

No, no resistiré

No, no resistiré. Y de hecho, no quiero resistir, estoy cansada de resistir. Resistir quiere decir recibir algo que ejerce fuerza o presión, sin moverse, ni sufrir daño o alteración, y no es el caso. Resistir quiere decir sufrir un padecimiento físico o moral, sin dejarse vencer por él y, a menudo, sin quejarse o tratar de evitarlo. Resistir, en definitiva, quiere decir sufrir, a ver si nos enteramos, y yo no quiero sufrir ni padecer, no quiero tener que resistir y no quiero no tener voz…

Yo quiero poder seguir defendiendo mis valores y principios, mi misión y visión, y seguir con mi constante golosería montada en mi vida, porque soy así, porque no quiero dejar de serlo, y porque no quiero participar de abalanzarme en el abismo al que nos empuja la situación actual y su mala gestión o resolución y volverme despiadada y cruel, egoísta y encarnizada para poder sobre vivir, no, no voy a flaquear. 

Buscaré la manera de continuar adelante con mis proyectos u otros nuevos, con mis empresas o reinventándome, en otras empresas ajenas o equipos, pero con mis talentos, con mis conocimientos y, sobre todo, con mis valores y anclada en mis principios, con un filtro natural que los ponga en alza y con personas que se sientan como yo. No quiero fomentar otro tipo de sociedad, ya no quería antes, y ahora menos.

Todo tiene su parte buena, siempre, y por muy duro que esté resultando quizá el zarandeo no nos viene mal como filtro y como nuevo camino, quizá conseguimos cambiar algunos paradigmas que, en mi opinión, eran muy erróneos. Una situación así supongo que saca lo mejor y lo peor de las personas, y yo, a lo único que me resistiré con uñas y dientes (aunque sufra en la resistencia) es a las personas que escojan “lo peor”. Espero no tener que nadar a contra corriente y que la corriente predominante sea la de los que escojan “lo mejor”, porque de la otra forma es agotador, y no habremos aprendido nada… 

No, no especularé, ni robaré, ni traicionaré, ni saquearé, ni pisaré… Son verbos que no comprendo ni quiero comprender. Usaré esa energía en cooperar, en ayudar, en resaltar mis aptitudes y conocimientos, mis talentos, mi fuerza, mi trayectoria, en trabajar y aportar… Como siempre he hecho, y como siempre seguiré haciendo. Buscaré y filtraré caminos que sientan lo mismo que yo y les daré la mano y una sonrisa. Y cada día, me acostaré con mis valores y principios inalterados, y con un pan que me habré ganado dignamente y en base a ellos. Es mi declaración de intenciones. 

Vienen tiempos muy duros, de los que posiblemente aún ni somos conscientes, y en nuestra mano está el cómo utilizarlos. Posiblemente muchos perecerán en el camino, y muchos otros se enriquecerán de ello, a costa de las debilidades de los demás, pero no todos, y yo no quiero pertenecer a este grupo; otros seguiremos gestionando #cestadetrueque, y seguiremos poniendo en alza nuestra esencia, inquebrantable e inalterable, cobrando dignamente por lo que sabemos hacer y que hacíamos antes de todo esto, y filtrando nuevas formas de darlo a conocer y de seguir adelante, e incluso descubriendo nuevos y apasionantes caminos. Aportando. Es obvio que hay que cubrir las necesidades propias, y a mi me motiva hacerlo lo antes posible para estar bien y poder seguir dando, aunque la situación me obligue a aplazarlo porque si no estoy cubierta yo, no puedo dar, si yo no estoy bien, no puedo ayudar, y eso es motivo más que suficiente para seguir fuerte cada día, de la mañana al alba, de la desesperación a la motivación. 

No, no me resistiré al sufrimiento, simplemente, trataré de no sufrir y de, por supuesto, no hacer sufrir. 

Vienen tiempos convulsos, tiempos de post guerra, y si leéis todas las noticias e iniciativas que corren por las redes de comunicación, como la sangre por las venas de un soldado, también hay valor, fuerza, positivismo, entereza, creatividad, autoestima, belleza, actitud… y ese es el bando que escojo, en el que preparo las armas que lucharán contra la tiranía, el oportunismo, el egoísmo, la especulación, el saqueo… Desde la trinchera me agazapo preparando mis ballestas y esperando nueva munición, que si no llega, yo al menos transformaré la frustración y la rabia en fuerza y energía para combatir con más arrojo y no permitiré que mi valor flaquee, creeré en mi y en mi arsenal comunicativo, en mis flechas de amor,  tendré fe en mi y en mi capacidad de seguir adelante, me reforzaré en mis raíces y en mi esencia…

No, no resistiré erguida frente a todo, simplemente, nunca he dejado de erguirme. No, no perderé todas las partidas, seguiré jugando a mi manera y algunas las ganaré. No, no duermo con la soledad porque me acompaña la gente a la que quiero y me quiere, y personas nuevas por descubrir y ser descubierta. No, no se me cierran salidas porque yo abro muchas otras. No, no siento miedo del silencio porque me permite pensar y escucharme. Si, si me mantengo en pie y no, no me quedo contra la pared, estoy en movimiento. No, no quiero soportar golpes ni que se me rompan los sueños. No, el mundo no ha perdido toda magia, de hecho, si miras por la ventana correcta, entre los aplausos y emociones, asoma más magia que nunca. No, señores, mis sueños no se rompen en pedazos, porque ahora sueño más que nunca, es un lienzo en blanco, y lo voy a dibujar con todos los colores, los que conocemos y los que están por descubrir. 

(una que también es dinámica…)

Yo no quiero rodearme de saqueadores y mafiosos, de vampiros emocionales, de oportunistas y despiadados. No voy fomentar ese tipo de sociedad. Lo único que tengo son mis valores y principios, y no resistiré sufriendo, sino que los realzaré conscientemente, vestida con mi carmín rojo y mi sonrisa. 

Sentido común o comuna…

Sentido común o comuna…

Mujeres empoderadas por aquí, hombres tristes y confusos por allí, miedo, prejuicios, mujeres contra hombres, hombres contra mujeres, hombres, mujeres, ¿personas?. Los caballeros son malos, las caballeras ahora son naturales, los halagos son malos, los insultos buenos, separamos, diferenciamos, pero decimos que buscamos igualdad, potenciamos la desigualdad luchando por la supuesta igualdad, no somos iguales… Vergüenza ajena, ¿en serio creéis que al mundo es mejor así? Yo no lo quiero, yo quiero el romanticismo, el respeto, quiero a mis hombres, a mis varones, y los quiero hombres… No me gusta, esto no me representa, no lo quiero, no me siento ni más ni menos que un hombre, ni que nadie, me siento más que una mala persona y menos que una persona ejemplar, me da igual el sexo, me siento mujer y me siento femenina que no feminista, y no me gustan los hombres confusos en su naturaleza porque así lo propician algunas. No me gustan ni los hombres ni las mujeres maleducadas, egoístas ni agresivas. No me gusta el color lila. Me gustan los piropos, me gusta sentirme bonita, y siempre me he sentido valorada en base a mi esfuerzo. Me gusta tener elección, y decir sí o no según me convenga. Sí es sí y no es no por sentido común, sin más aspavientos. No dudo de mí, dudo de que se han perdido los papeles. El respeto se lo gana uno o una, el valor profesional y personal, también. He luchado toda mi vida por mis valores y principios, no por un movimiento poco claro que no me representa. A mí me representa el respeto, el amor, la empatía, la solidaridad, y me representa el esfuerzo. No me gustan las etiquetas. Me gustan los hombres. Me gustan las mujeres. Me gustan las personas. Me gusta nutrirme de diferencias, sexos, razas, colores, idiomas, culturas, costumbres, historia… Creo en el amor y creo en complementarnos. Equilibrio. Deberíamos salir a la calle por luchar juntos, en general, no para luchar por las diferencias ni la segregación, sino por mucho mundo importante que luchar y por defender el pegamento que lo une, no el cuchillo que lo separa. Hoy en día, todo lo queremos segregar. Yo lo que quiero, es unir. Sororidad, pero también con mis hombres, sororidad con las personas que la merecen. Demasiado odio, rabia. Luchas incongruentes. Yo quiero flores, piropos y quiero sentirme mujer, sentirme Marta y seguir trabajando por ser mejor persona. Quiero rodearme de hombres y mujeres extraordinarios, y aprender, evolucionar, aportar. Quiero vivir en paz y feliz, y amar.
No, el presente tal y como se plantea, no me representa.