Cuando una decide hacer públicas estas cosas, contar su historia, se expone a todo tipo de opiniones, percepciones, comentarios, aportaciones, sumas, restas… No obstante, ya lo he dicho muchas veces, mi naturaleza es comunicativa y a mí, contar mis cosas, me ayuda a pesar de siempre ser un arma de doble filo.

Hoy ha ocurrido algo que me ha puesto patas arriba sobre todo, los miedos e inseguridades, y estoy lidiando con ello.

Esta tarde me han llamado de la consulta de mis Dres. Olabe, una persona de su equipo de secretarias. Muy amablemente me ha transmitido que los Dres. le han dicho que debo contratar una nueva tecnología indicada y conveniente para mi caso, aunque no imprescindible, para la intervención de este mismo lunes, que no incluye mi seguro. Tiene un coste muy elevado. No obstante, no me han dado mayor información, solamente un nombre: Neuralink. Como es natural, ha activado mis alarmas, mis miedos, e inseguridades, y he exigido que me llamen los Dres. para informarme como es debido, puesto que es mi vida la que está en riesgo y he de tener toda la información de primera mano, claro. No me han llamado. A raíz de este suceso, he activado mi investigación y comunicación, como siempre, entre mis redes y contactos, para tratar de esclarecer más sobre esta tecnología robótica, y saber si estamos hablando de una mera acción comercial, o realmente es necesaria, vital, conveniente o recomendable. Se trata de una creación de Elon Musk

Agradecida y abrumada por la avalancha de mensajes, y vaya por delante que me siento honrada y halagada de tener tanto tanto cariño y respeto cerca de tantísima gente, he filtrado respuestas profesionales y personales de extrema confianza, aun si perder de vista las demás opiniones.

El tema ha derivado en que tengo una mezcla de emociones nueva, que antes no tenía, puesto que muchas de estas recomendaciones de primer grado ahora me comentan que debería pedir en general una segunda opinión dada la gravedad de mi caso, cosa que ahora me resulta inviable porque no tengo ni capacidad de reacción, ni tiempo, ni tampoco puedo sostener más el dolor y alargarlo. Eso, unido a que los Dres. Olabe me merecen el respeto profesional a su trayectoria y prestigio, que además ya los he vivido una vez en mi anterior episodio hace 5 años, y que son reconocidas eminencias, creo que mantenerme en el camino es lo correcto. Aún así, si que es cierto que ellos ahora generan dudas en su sector que antes no generaban, debido a que tienen un volumen de trabajo desbordado por su reputación y posición, y ahora si se habla de sus «fallos» burocráticos, de comunicación, e incluso técnicos. Obviamente estoy preocupada, con este tema, antes no lo estaba, ayer, pero hoy si. Además, no me parece que hayan actuado con humanidad y solidaridad hacia mi, pues no se han puesto en la piel del paciente en el sentido de que un tema tan complejo y delicado deben comunicarlo ellos directamente, y explicarlo, no a través de una de sus secretarias que carece del conocimiento técnico, profesional y moral para comunicar una cosa así que requiere tamaña decisión. Este hecho me genera dudas potentes, incomodidad, y cierta desconfianza, y eso, agrava incluso mi dolor, pues estoy tensa ahora mismo. Por ello, volviendo a la Neuracosa, o Neuralink, el protocolo que han seguido tampoco me parece adecuado, pues sigo esperando una explicación coherente y clara por parte de ellos sobre una decisión tan importante, y tan costosa.

La verdad, no sé muy bien que hacer, y tampoco tengo mucha energía para ahora luchar un nuevo proceso. Supongo que tendré que confiar, ponerme en sus manos el lunes, y dejarme llevar a lo que tenga que ser.

A veces, levantar la liebre y comunicar abiertamente es lo que tiene, saturación de respuestas contradictorias. ¿Y cómo se filtra esto en una situación tan delicada donde literalmente te juega la vida?

Estoy asustada, si, mucho.

Tirando de hilos cercanos (gracias Juan, mi Pepito Grillo) he conseguido acceder a la máxima autoridad de manejo del Neuralink, y estoy esperando que me de respuesta e información para tomar decisiones.

Con este nuevo vómito de palabras, además de desahogo, solamente pretendo exponer la dificultad de este proceso, mi día a día, para yo sentir que lo saco fuera y también por mi forma de ser, y además, por recabar información vuestra que pueda ayudarme en las decisiones, percepciones, pues la información siempre es poder. Además, reitero que si mis experiencias y vivencias pueden de alguna forma ayudar a otros, es lo que más feliz me puede hacer en el mundo.

¿Neuralink si, o neuralink no? Dios mío, las encrucijadas… ¡Qué difíciles son!