A lo lejos suena el otoño, ocre, armónico. Las hojas caen con leves gemidos y los atardeceres tienen prisa. Huele diferente, huele a musgo y tierra y las cristaleras se estremecen. La ropa comienza a pesar y los pies descalzos pierden el sentido, los hombros se cubren y se destiñen las pieles y algunas sonrisas. Sin embargo es sensual, la luz del otoño magnifica las facciones y resalta pómulos, labios y pestañas. Los amantes entrelazan los calcetines y los abrazos. Los rojos intensos favorecen los atardeceres y las copas de vino son más burdeos. Las calabazas asoman en los rincones y los fuegos preparan sus melodías. Es bello, es romántico, es intenso… #MisNotitas