Hace tiempo que no hablamos… la verdad es que no he tenido energías ni para escribir.
Traté de reincorporarme voluntariamente a mi vida, pedí el alta el día 20 de enero y ese mismo día mi empresa me envió a Italia, a Milán, para la apertura de un nuevo hotel. Estuve allí 13 días.
La reincorporación fue mucho más física de lo esperado, y sufrí una fatal recaída.
La semana de regreso, la del 3 de marzo, volví a la baja, al dolor, a la medicación, y a retomar casi desde el inicio todo el trabajo hecho durante dos meses con el fisio, y con el tratamiento.
Han sido unas semanas muy muy duras, casi más duras que los meses anteriores. Con el ánimo muy desparramado, pero semanas de lucha. Soy más fuerte de lo que me parezco.
No sé cuánto tiempo me queda de batalla, pero si se que lucho y lucharé con todas mis ganas para retomar mi vida, mi trabajo, mi creatividad, y muchas cosas que han estado pausadas todos estos meses.
Solamente un empujón más, y aunque a veces parece que no tengo fuerzas para levantarme de la cama, lo hago, me levanto cada día, e incluso intento dar pequeños paseos por la naturaleza de alrededor de mi casa, paseos muy cortos, pero que me llenan los pulmones de paz y de perspectiva.
Esto, también pasará.