La mala educación. Personas que aparecen y desaparecen sin explicaciones, que mal quedan, que prometen y ofrecen y solamente hay vacío, que juzgan y acometen contra sus ficticios paradigmas, sin principios, sin valores, huecos, egoístas… No comprendo la tónica actual del mundo, y más allá de Mafalda que decía que «por favor lo paren que se quiere bajar», yo no quiero bajarme, quiero seguir subida a la velocidad vertiginosa de mis valores, de mis principios, que no los comprende todo el mundo, pero que son míos y arraigados, que los defiendo encarnizadamente con uñas y dientes, aunque los pisen, aunque maltrechos se tambaleen, tiemblen y sufran, pero quiero pensar que son lo que tengo y mi mayor valor, los ofrezco, y que en el camino encuentro personas que empatizan con ellos, porque esa es la verdadera felicidad, cuando te sientes bien contigo y con las almas que te acompañan, efímeras o no, pero reales, duren lo que duren. Hoy es complicado esperar más, y esto no es un lamento, es una humilde reivindicación a que estas almas, estéis dónde estéis, salgáis, que os busco con hambre desesperada, con ansia de sinterme oveja de color, de nutrirme de vuestras conversaciones y acciones y aportar las mías, de aprender de vosotros, y de esta manera, caminar un sendero más fértil, juntos, de la mano. Os busco personas bonitas, con todo mi ser. Sé que estáis ahí, agazapadas, porque os sentís igual. En días en que la palabra y el honor quedan en segundo plano, en que el romanticismo de esencia queda aletargado, creo más importante que nunca manifestar estos deseos para sobrevivir a la verdadera pandemia: el virus de la falta de humanidad, empatía y respeto. Hombres disfrazados de falsos caballeros, personas vestidas de traje de emperador, profesionales que especulan con el egoísmo, familiares que creen que el amor es característica de su único beneficio intrínseco, amigos con los que en realidad nunca has contado… no os quiero cerca, porque doléis. La comunicación es el eje del mundo, no se juzga, se comparte y se cuenta, se dice y se mantiene la coherencia entre pensar, sentir, decir y hacer, y con servil modestia abro mi corazón a quién decida no pisarlo, y guardo las lanzas en el atolladero porque no quiero usarlas, quiero no necesitarlas… #MisNotitas#menfadao#yaestoymejor#escribirmecalma#vomitoemociones#palante
(Maravillosos dibujos de Nonetta)