Crepita la vida que rima sentida en un vaivén de amaneceres y atardeceres, en puestas de sol complejas que se posan en el corazón y en las cejas, volviendo intensa la expresión y espesa la cabeza. Esperar, paciencia, aguardar la correspondencia de corazones anhelados tantas veces relajados que dejan agotados hasta a los sueños, que se cansan de tantos empeños y se alejan risueños a otros lugares, a distintos hogares, a diferentes lares. Crepita la vida y la rutina, las pestañas se tornan gelatina, las sonrisas extrañas tatuadas en la retina, y acongojan las espinas de rosas deshilachadas, heladas, que forjan añoranzas en el alma y palabras tachadas en el subconsciente, en ocasiones ahogadas en aguardiente, o a veces simplemente transformadas en lágrimas carecientes de baladas que las acompañen, o de mariposas posadas que rebañen los corazones, y las razones. Cruje la vida y ruge sentida, espera abatida a que vuelva, a que regrese de su partida y confiese que siempre la ha querido y que sin ella nada tiene sentido, y se pose en su hombro desvestido y dolido y con gesto arrepentido, le quite el sentido.
( dibujos de nonnetta.deviantart.com)