Dura lo que dura un suspiro, perece el interés y deliro del revés al pensar lo que pudo haber sido. Escuché un susurro en la almohada y luego sentí el absurdo de la voz helada, quebrada, reñida con aquella ilusión que astilló el corazón y dejó el alma teñida de ningún color. No me mereces, tu no meces mis sueños, tu pereces en mi recuerdo porque tengo otros más frescos, eternos, perfectos, que me esperan, que vuelan, que aquí llegan…#MisNotitas