He perdido la cuenta; la cuenta de las sonrisas sin prisa, la cuenta de los momentos traviesos, lo confieso. Un balance de instantes de trance y de relámpagos de chispas y su alcance a las pestañas que estremecen hasta las entrañas. He dejado de contar porque los momentos que te regala la vida alcanzan el infinito, y son bonitos, y tienen carisma, todos en su medida, todos en sus ratitos, todos sencillos y complicados, y alados. Vuelan de noche y por la mañana, y son un derroche de montañas de escalofríos limpios de conciencia, y a veces incluso de inocencia. Ríos de vida, líos en sintonía con puestas de sol y calor, con noches de estrellas bellas, y con amaneceres con poderes que te hacen elevar y cantar, pero sobre todo, soñar. Un sonido, un aroma, un estímulo, una broma…Risas desencadenadas que se impregnan en las alas y te empujan a volar hacia algún lugar que siempre vas a recordar, porque cada uno es regalo y llenan tu mundo de halos de sonrisas y cosquillas, de golosas mariposas amarillas…#MisNotitas