El lugar que más me gusta es tu abrazo, el sonido que más me reconforta es tu risa, contigo quiero pasar mis ajetreos y mis descansos y por verte tengo prisa. Esto te diría cada día, esto te ofrecería en romería hacia el resto de nuestra vida. Pero solo el deseo de encontrarte convierte mis días en paseos sonrientes y fehacientes que me hacen sentir viva, que me regalan sonrisas y mantienen mis ojos abiertos en un prisma diferente, un caleidoscopio corriente con mosaico de recuerdos y de anhelos, donde se reflejan mis destinos y mis miedos, mis atrevimientos perplejos y un acopio de emociones y de miradas, de sensaciones acomodadas en un halo de experiencia que ha movido la inercia de la vida y del camino pausado en espejos. No, no tengo prisa, porque solo saberme capaz de amar me aporta la sonrisa pícara de reconocer una cura cicatrizada cíclica, como toda persona antes amada, que experimenta en su línea de vida, en su mente concurrida, en el destino, el camino y la nada. #MisNotitas