Desde la distancia aireo el pasado incluso siento el mareo de tu fragancia, y lejos de un momento esperado, lloro, lloro con ansia. Un espejo me canta una canción triste y sombría, cual reflejo de la melodía de mi extinguida pasión, pues es una despedida que me rompe el corazón. Sin embargo, algo ocurre. El aire se torna ligero, huele diferente, discurre sin cargo y ya no es austero pero si presente. Canta un ave, murmulla un riachuelo, y en aquel enclave, descubro que por ti ya no muero y mi pesar es más suave. Qué paz, qué sosiego, qué fugaz parece el recuerdo. De pronto una caricia de una mano desconocida, que con pericia, me saca una sonrisa escondida. Me pierdo en sus ojos, me mezclo con sus pedazos, y ya no me acongojo cuando siento un abrazo. La vida sigue y tu te extingues. La vida progresa, me queda un camino lleno de sorpresas y quiero vivirlas todas, y cada una de ellas. Donde vaya el destino yo iré con el, porque me necesita, porque si no, se esfuma y se marchita; porque el destino sabe de caminos ajenos pero no de los propios que hacen acopio de lo bueno, de lo malo, del despertar y del llorar, de lo humano. Ven, ven amor, siente, siente lo que siento yo, vive, vive mi color. No me dejes abrir los ojos, todavía no, no me dejes despertar, cantame una nueva melodía y si ves que me sonrojo, no me dejes de mirar y, con suavidad, haz que olvide el espejo, la canción triste y su reflejo. #MisNotitas