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Se nos llena la boca a nuestra generación sobre una palabra que ahora parece mágica, cuando en realidad, lo ha sido siempre: Emprender.

Y en mi opinión, lo ha sido siempre porque las personas que emprenden algo en primer lugar, tienen  valor en la vida, carácter, y además, están seguros de si mismos, se quieren, y son conscientes de que el mundo necesita mejorar y ellos están dispuestos a aportar su granito de arena, sea el que sea, por lo que en realidad, todos deberíamos estarles agradecidos por eso. Pero emprender no es solamente una cuestión laboral, ni de sexo,  y tampoco de edad, es una cuestión de mentalidad y carácter.

Yo particularmente no dejo de asombrarme y admirar a las personas que luchan por sus ideas, convicciones y se esfuerzan en vivir experiencias más allá del sofá y la pantalla, sean las que sean, y valoro a las personas por el esfuerzo y el corazón por encima de todo. Por eso, desde que comencé mi vida laboral a los 13 años, siempre he prestado especial atención a aquellos que me pueden enseñar cosas, y con el paso del tiempo, siempre he querido poder transmitir mis conocimientos de la misma manera a los que comienzan, porque algo tengo que aportarles, aunque sea tan solo mi humilde experiencia. Me encanta poder colaborar en aportar cosas, en transmitir cosas, en de alguna manera poder, con mi ejemplo y mi vida, contar historias que puedan servir a los demás para algo. Supongo que viene por genes, también.

Mi madre, luchadora nata, me ha transmitido desde siempre lo importante que es la fuerza del corazón, pues ella se basa en el suyo para transmitir a los demás, y emprende con los sentimientos en todo lo que hace, por ejemplo, en su faceta de escritora donde sus relatos siempre siempre enseñan y nutren al mundo de lo más necesitado en estos tiempos, del eje, el motor que lo mueve todo: el amor. ¡Sin ella, sus genes y sus enseñanzas, y sobre todo su sobredosis de amor, yo no sería quien soy!

Mi padre, más científico, siempre me ha fomentado e instruido en utilizar la cabeza, la mente, la habilidad para pensar, que no es moco de pavo… y en tener valor. Ahora me gustaría contar su aventura, que es un ejemplo tanto en motivación y lucha, como en realidad en lo que he decidido dedicar mi camino profesional: la comunicación. Os cuento.

Se jubiló hace poco tiempo, y decidió que quería potenciar un hobby que además también es una experiencia de vida. Se ha estado preparando para poder realizar viajes más allá de las montañas de Mallorca con su trike (puesto que no puede manejar bici normal porque le falta el brazo derecho, aunque esto nunca ha sido un impedimento en su vida), viajes en solitario que se están convirtiendo en viajes sociales con su círculo de confianza, que compartimos con el. Se podría decir que le acompañamos en su propia red social. Ahora está de ruta por Teruel Vía Ojos Negros, pedaleando en busca de experiencias, y nos ha hecho partícipes a unas 30 personas de un grupo de Whatsapp donde se comparte toda la experiencia y donde todos colaboran.

Comunidad Pep Bonet Ojos Verdes

Es muy bonito ver como todos vamos con el, le acompañamos en las risas y en las partes duras del viaje, e incluso compartimos con la gastronomía que encuentra en el camino. Además, se está realizando un seguimiento de su iniciativa en diferentes canales, como por ejemplo, en la Comunidad HandBike cicloturística de baleares o en la página de Facebook Vía Verde de Ojos Negros.

Pep Bonet Trike

Este es un viaje piloto, seguro que hará más, y seguro que el próximo lo llevaremos a las redes para que aquellos que quieran descubrir rutas, espacios, lugares, dificultades, consejos etc. puedan hacerlo de su mano, pedaleando virtualmente con el, emprendiendo viajes que aportan mucho más que paisajes bonitos… De hecho, seguro que podremos encontrar patrocinio que apoye las aventuras para que se puedan documentar sus viajes, y ayuden a otros a facilitar el camino.

Pep Bonet Trike

Uno de sus amigos ha elaborado este mapa para poder seguirle en la distancia:

Mapa

Soy afortunada de tener en mi entorno tanta enseñanza de vida, algo se me ha quedado, pues mis viajes de vida siempre los emprendo y los gestiono con las misma pasión que mis padres, sea lo que sea…