En el cielo brilla una nueva estrella. Es mi beso extraviado, aquel que no te he dado, el que podría haber hecho mella pero se ha cansado. Ha esperado demasiado, ha llorado y se ha dañado. Los astros son rastros de caricias, teatros y pantomimas de estrellas ficticias que brillan con avaricia en los corazones, y si no se entregan, caducan sus razones y inundan cielos, nubes y reflejos, hasta muy lejos, para dejarnos perplejos los ojos y los despojos. Para mostrarnos de viejos cómo eran los posos de amores añejos que no se cumplieron, que sucumbieron a los espejos, los complejos y murieron, tristes y solos, libres y benévolos. Por eso los abuelos miran el cielo, por el duelo, por el peso de una vida de besos de hielo en el firmamento… 

(Dibujos de Nonnetta, que me parecen preciosos)