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Asómate a la ventana que te susurro una nana, que te abrumo con la magia de una vivencia lejana que en reposo, ha dejado poso. Suda el rocío de la noche y duda el hastío de reproches porque la letra de la canción muestra la expresión y pone el broche en el corazón y el reproche se hace duro, más que un muro. Cae la noche pero yo te veo, se alzan las voces del deseo y ya no susurran, ya no disimulan, ahora escuecen y atormentan el silencio, mecen las estrellas en el cielo. Asómate al balcón a escuchar mi canción, y si no la entiendes y no ves su color, déjame sola en mi dolor, no intentes colarte con una amapola, una violeta o una rosa, pues no percibiré su olor si no es cierta y hermosa. No me ilusiones si no dispones del calor que necesito sentir ni del amor que debe ser para mi. Vuela canción vuela, no permitas que duela…

(dibujos de Nonnetta)