Es Navidad, si, y eso es una trastada cuando decides comenzar un tratamiento como el mío con el proyecto Reinvéntate #ypunto, que se basa mucho en mi dieta y plan de adelgazamiento, tonificación etc.

Hablo constantemente con Rosa y Luis, mis entrenadores personales, y es que su labor va mucho más allá de enseñarme a hacer ejercicio y deporte, su labor y la parte más importante de la misma es la motivación. Se han convertido en mis «Pepito Grillo» y no sabéis como agradezco que estén ahí para ayudarme. Recomiendo a todo el mundo sus servicios, pues ahora puedo decir que están cambiando mi vida de una forma que ni imaginaba…

En mi caso, la parte personal de este proyecto es dura y difícil, puesto que debo reeducarme en mente y cuerpo para poder hacer este gran cambio y reinventarme. Llevo tantos años sin cuidarme que ya ni recuerdo la última vez que hice ejercicio, que mantuve una dieta sana y equilibrada, que dormí más de 3-4 horas al día, que cogí tiempo de relax o día libre… No se trata de un reto en ponerme mona, no, es un reto en coger las riendas de mi vida, de mi salud, de mi bienestar, de mi ocio, de mis relaciones, de mi autoestima…

Y Navidad es una mala época para comenzar esta movida, pensaréis, bueno, en parte sí en parte no. Navidad es una excelente época de reflexión, de querer realizar cambios; el ambiente en general es más amable, más humano, más emocional, más bonito y eso hace que, aun sin que sea voluntario, te invada una ola de «buenrollito» y quieras ser mejor, estar mejor, sentirte mejor. ¿Que se come más? Si, se come  más, y todo está muy bueno, pero también es una época muy propicia a los paseos por la ciudad que compensan esas calorías revoltosas.

Palma está preciosa, la gente está preciosa, y pasear por sus calles, respirar sus sonrisas y escuchar sus sabores es bello y motiva…